jueves, 26 de abril de 2012

Fábula. La gran competición

En un tranquilo y hermoso lugar, vivía Aurelia una perrita muy trabajadora y dos manzanas más allá, Alberto, un perro muy inteligente.
Los dueños de ambos llevaban a sus mascotas a entrenar para competiciones caninas. Aurelia y Alberto se llevaban muy bien, nunca se peleaban y eran muy buenos amigos.
Era una mañana de competición, Aurelia y su dueña estaban muy nerviosas e ilusionadas, ya que al igual que Alberto y su dueño llevaban meses preparándose para la competición
La perrita ya estaba lista y había llegado al recinto donde tendría lugar la competición.
Quedaban unos pocos minutos para que comenzara el evento y Alberto aún no había llegado, esta empezó a preocuparse por él.
Unos minutos más tarde cuando hubo terminado la competición y Aurelia quedó la primera, llegó Alberto apresurado, pero ya era demasiado tarde, se había quedado dormido.
Desmotivado regresó a casa con la perrita.

La moraleja de esta fábula es "A quien madruga dios le ayuda"
Carmen María

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